JAMÓN IBÉRICO

Nuestros jamones ibéricos provienen de cerdos con un porcentaje mínimo de raza ibérica del 50%.

Actualmente, disponemos de 2 variedades de jamones ibéricos:

JAMÓN DE CEBO IBÉRICO
50% RAZA IBÉRICA

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JAMÓN DE CEBO DE CAMPO IBÉRICO
50% RAZA IBÉRICA

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También disponemos de 2 variedades de paletas ibéricas:

Paleta de cebo ibérica
50% RAZA IBÉRICA

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Paleta de cebo de campo ibérico
50% RAZA IBÉRICA

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Nuestros jamones llevan con orgullo, desde hace más de 100 años, la impronta de nuestra tierra segoviana. Una tierra dotada de unas condiciones climatológicas y geográficas ideales para la curación de jamones.

La proximidad a la sierra  nos aporta altitud (cerca de 1.100 metros por encima del nivel del mar), lo que se traduce en unos inviernos fríos y secos. Además, nuestro clima mediterráneo continentalizado nos aporta primaveras y otoños suaves y veranos calurosos.

Esto nos permite muchos días aprovechar nuestra climatología natural para el proceso de curación. Un clima natural que combina a la perfección con las condiciones climatológicas “ad hoc” que recreamos en nuestras modernas instalaciones.

El resultado no puede ser mejor. Unos jamones con un sabor, un bouquet y una textura que sólo pensar en ellos, se hace la boca agua.

Sin embargo, su exquisito sabor no es sólo mérito de nuestro clima y de nuestra geografía porque, como todos sabemos, un buen producto en manos de un mal chef, será un plato mediocre. Un buen producto en manos de un buen chef, será una exquisitez.

En nuestro caso, la exquisitez de nuestros jamones la ponen nuestros maestros jamoneros.

Unos maestros jamoneros que empezaron la tradición allá por la primera década del siglo pasado y que, tras tres generaciones, no sólo la mantienen, sino que la han mejorado gracias al uso de las últimas tecnologías.

Altitud + clima + maestros jamoneros con tradición. Una combinación perfecta, pero que no explica totalmente la calidad de nuestros jamones.  Porque si algo falta en esta ecuación, son nuestros propios secaderos y bodegas que nos permiten controlar todo el proceso de principio a fin. Todo para conseguir la transformación casi mágica de una pieza fresca de cerdo en un producto delicado, exquisito e irresistible para cualquier paladar. Un manjar: el JAMÓN.

De la mezcla sublime de estos 3 elementos, surge un universo único de sabores, aromas y texturas que explotan en el paladar de aquellos que ponen un jamón Narciso Postigo en su mesa.

Después de más de un siglo de historia, sin duda, podemos afirmar que “altitud + clima + maestros jamoneros con tradición + secaderos y bodegas propias” es una ecuación ganadora.

Y no lo decimos sólo por nuestros centenares de clientes, sino también por nuestras cinco certificaciones que certifican la calidad de nuestros jamones.