QUIENES SOMOS

 

Eran comienzos del siglo XX cuando Narciso Postigo fundó la empresa que ha paseado con orgullo su nombre durante más de 100 años.

Podríamos decir que en Narciso se fusionaron la larga tradición choricera del lugar que le vio nacer (Cantimpalos, Segovia) y un espíritu inquieto y emprendedor que no se conformó con preparar embutidos para consumo familiar.

En aquella época, en la vieja Castilla, era normal criar cerdos para hacer embutidos. Era la mejor forma de asegurarse parte del sustento familiar para todo el año. Pero, Narciso Postigo fue más allá. Quiso que esa tradición familiar traspasara las fronteras de su familia, de su pueblo, de su provincia y de su región.

Hoy, más de 100 años después, hemos ampliado aún más esas fronteras. Desde el año 2000, nuestro límite es el mundo. Actualmente, exportamos nuestros jamones a Europa y Asia. Hasta tan lejos llega hoy la tradición de nuestros antepasados.

Narciso comenzó con una fábrica de chorizos. Siendo de Cantimpalos, ¿qué otra cosa sino? Hoy, transformada en una fábrica de jamones, no sólo la conservamos, sino que en 1989 vio la luz nuestra segunda fábrica, esta vez en Hontoria (Segovia), a los pies de la sierra.

Desde entonces, hemos visto como crecía en 4 fases para ampliar su capacidad y poder dar respuesta a una demanda cada vez más creciente. Hoy en día, contamos con unas grandes instalaciones, con un proceso mecanizado y totalmente optimizado. Pero, además, contamos con un valor diferencial: nuestra proximidad a la sierra.

Tal es nuestro valor diferencial, que actualmente estamos especializados en jamones ibéricos y serranos. ¿Por qué? La razón es muy sencilla.

Nuestra fábrica está a unos 1.100 metros de altitud, en las inmediaciones de la sierra segoviana que es el Parque Natural de sierra de Guadarrama. Una sierra que nos proporciona un clima frío y seco en invierno. A esto se le suma nuestro clima mediterráneo continentalizado con primaveras y otoños suaves y veranos calurosos. Un clima natural que combina a la perfección con las condiciones climatológicas “ad hoc” que recreamos en nuestras modernas instalaciones.

El resultado no puede ser mejor. Unos jamones con un sabor, un bouquet y una textura que sólo pensar en ellos, se hace la boca agua.

Pero, el secreto de nuestros jamones no sólo reside en nuestro clima y en nuestra altitud. Todo parte de la selección del mejor producto. 3 generaciones de maestros jamoneros dan para mucho. Entre otras cosas, para seleccionar con precisión las mejores piezas frescas. Todo para conseguir el producto final que buscamos.

A partir de la selección, comienza todo el proceso, el cual hacemos de principio a fin en nuestra fábrica para tener el control total: salazón, curación, clasificación, mantecado, deshuesado (cuando se requiere), preparado y envasado.

Todo lo necesario para poner delante de nuestros clientes el mejor producto posible.

¿Y quiénes son nuestros clientes? Principalmente, distribuidores, cadenas de supermercados, hostelería, tiendas de alimentación y almacenes.

Queremos que nuestros jamones lleguen a millares de mesas de todo el mundo y entendemos que esa es la mejor forma